viernes, 25 de junio de 2021

Volví - Nuestra biblioteca cerca de tí

 Volví - Nuestra biblioteca cerca de tí

“Mientras nos hallamos en el cuerpo material, no nos hacemos idea exacta de lo que es, en realidad, la vida más allá de la muerte. Ni aún con lo que el Espiritismo nos ayuda a pensar seriamente en ello, podremos calcular relativamente el futuro después del sepulcro”. 

Con estas palabras comienza la narración que el hermano Jacobo nos hace de forma sencilla y clara, de cómo se enfrentó a la muerte de su propio cuerpo, describiéndonos con todo detalle las sensaciones y sentimientos que experimentó en cada momento del proceso, así como su llegada al mundo espiritual y el reencuentro con los seres queridos y amigos.

Volví, es una obra explicativa para todos nosotros, instructiva, siendo su lectura muy amena, despertando el interés del lector desde las primeras líneas, y manteniéndolo hasta el final. 

En el contenido de este relato podemos ver la desesperanza que sintió el protagonista al ver que no había logrado todo lo que él creía. Haciéndole sentir en inferioridad ante aquellos con los que se encontró en el mundo espiritual.

Cuando decimos que el Espiritismo ilumina nuestras vidas, debemos recordar que esa luz debería despertar en nosotros la necesidad de espiritualizarnos para alcanzar las esferas superiores. Comprendiendo que el Evangelio además de ser un conjunto de enseñanzas maravillosas, basadas en el amor, nada son sin la práctica de esas instrucciones. 

Por eso es bueno que reflexionemos en la lectura de Volví e intentemos exprimir su contenido para sacar el máximo provecho del mensaje que el hermano Jacobo con su experiencia nos quiere transmitir llegando a entender que todo lo que el Espiritismo nos da, si no aplicamos lo que en él encontramos de nada nos sirve. Podremos tener una apariencia mientras estamos en la Tierra ante los demás, incluso creernos poseedores de grandes cualidades, pero si nuestros sentimientos y nuestro interior son sombríos, no habremos logrado nada y al volver al mundo espiritual seremos oscuros como lo éramos encarnados. 

El trabajo en el bien de forma desinteresada, hace que dejemos el orgullo, egoísmo, y todo personalismo a un lado, siendo el único camino de tener luz propia cuando desencarnemos, es decir de evolucionar espiritualmente. Pero no basta con haber dedicado un tiempo a la solidaridad, para lograr ser mejores y brillar con luz propia. Sólo lo lograremos cuando seamos capaces de desempeñar esta labor cada momento de nuestra vida, haciendo de ello una forma de vivir.

Exprimamos cada palabra, cada hoja de esta ilustrativa lectura, para poder beneficiarnos de las vivencias del hermano Jacobo y así seremos luz no solo para nosotros, sino también para quienes a nosotros acudan para sentir alivio.

Tengamos presente siempre y esto es uno de los mensajes que este libro nos transmite, que, sin la reforma interior basada en el amor, por mucho que nuestra boca hable, nada tendremos cuando regresemos al mundo espiritual. Deben ser nuestros actos los que hablen y no nuestras palabras, y ellos determinaran la persona que somos realmente y no la que podamos aparentar. Nuestro ejemplo debe ser la mejor forma de dar a conocer el Evangelio a nuestro prójimo. Solo así estaremos cosechando frutos que recogeremos a nuestro regreso a la verdadera vida, la vida espiritual.