domingo, 4 de octubre de 2009

Carta a El Ángel del Bien

Queridos lectores, en esta ocasión me gustaría hablaros del AMOR.

Harto es conocido y sublimizado el tema, pero voy a atreverme a daros mi opinión al respecto. ¿Cómo es posible que llamemos amor a ese sentimiento que necesita siempre algo a cambio? El amor esta hecho de generosidad, darlo todo a manos llenas, espontáneo, sin pensar.
“Indulgencia”. No hace falta perdonar porque si disculpas no hay lugar para ¿Qué perdón?
“Fe”. No hay duda que te asalte, no preguntas, te entregas a él sin condiciones.
“Amistad”. ¡Bonita palabra! y que importante…
“Ternura”. Este es su ingrediente principal, porque como en todas las cosas las demostraciones son muy, muy necesarias, ¿Quién no ha visto a un cachorro con su madre, empezando como el humano?
Pues sí, de esto esta compuesto el “AMOR”.
Pero, de qué manera más tonta lo estropeamos con los sustantivos sufrimiento, sacrificio, dependencia, soledad, posesión y un sin fin de adornos gratuitos que nada tienen que ver con este sentimiento maravilloso, grande y sublime, que necesita expandirse y envuelve todo lo que encuentra a su paso, lo dignifica, lo embellece, lo engrandece. Nos es dada la oportunidad de conocerlo y desarrollarlo, estamos en ello. Algún día puede que lo consigamos y entonces amigos sí que tendremos un billete de ¡primera clase!
Es algo grandioso al menos para mí.

Bueno, esta es mi humilde opinión. Hay infinidad de definiciones maravillosas en “El Evangelio según El Espiritismo” en el capítulo XV ITEM 6.

Paqui

1 comentario:

Marysol_flow dijo...

Me ha gustado mucho!!!!!Gracias