sábado, 3 de abril de 2010

EDITORIAL ABRIL 2010

Queridos lectores,

Os presentamos nuestro nuevo número de Abril –Junio de este importante año para el Espiritismo Español. Además de ser el número que cierra los tres años completos de publicación de nuestro Ángel.

En este primer trimestre del 2010 vemos como se está despertando el interés de la gente por los temas espirituales. Nos encontramos con personas que buscan un camino que llene sus vidas, vacías de sentido.

Sabemos que cuesta mucho romper con nuestros esquemas mentales, ¿Cómo tirar por la borda un montón de años de existencia pensando de una determinada manera? El Espiritismo, lejos de pedir eso, nos enseña a razonar, nos dice que estudiemos, que analicemos, que comprobemos y descartemos todo aquello que está en contra de nuestra razón. Pero ¿qué razón? ¿Bajo qué criterio? Porque la razón de muchas personas les dice que están bien como están, en sus vidas materialistas, llenas de orgullo y egoísmo, despreocupándose por lo que ocurre en el mundo y sin darse cuenta que ese mundo muchas veces no está a dos mil kilómetros de sus hogares, la mayor parte de las veces duerme en nuestra casa, vive con nosotros, comparte nuestra existencia.
Para usar la razón como criterio, primero hay que conocerse a sí mismo para saber qué parte es la que nos corresponde hacer en esta obra llamada “Vida” y qué influencia ejerce sobre nosotros la sociedad, la costumbre, la comodidad…

Muchos de los que trabajan por el bien social podrán alegar que si nos paramos a mirarnos a nosotros mismos ¿No será esto egoísmo al despreocuparnos por los demás? Mi opinión es que mientras que nos conocemos, no debemos dejar de trabajar por los demás, pero ahora bien ¿Cómo arreglar la casa de otro mientras que la nuestra está en ruinas? Y eso sólo si miramos la parte externa o material, pero ¿Cómo aconsejar, cómo ayudar a otro si nuestro interior está destrozado? Bien se ve en muchas ocasiones dar consejos sobre el matrimonio a una persona que no ha superado la ruptura del suyo. Muy buenos consejos surgen de la boca de quien tiene todo y nunca pasó calamidades. Esforcémonos en comprender a los demás, no recriminemos nada al prójimo. Cada uno de nosotros estamos en un momento distinto de evolución, con unas pruebas adecuadas a nuestro adelanto. Si juzgamos a las personas por las apariencias de esta vida, estamos juzgando una obra leyendo tan sólo un capítulo.

Amigos, trabajemos por los demás, pero sin olvidarnos de nosotros. El mundo cambia si yo cambio. No esperemos a mañana, hoy tenemos una preciosa oportunidad de amar y de cambiar “nuestro mundo” interno y externo.

La Redacción.

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