miércoles, 31 de julio de 2013

Editorial - JULIO 2013

Editorial

Queridos lectores.

Vosotros que sois nuestros compañeros de viaje, que nos habéis visto nacer y crecer desde el número uno de nuestro querido periódico, Gracias.

Según la Real Academia de la Lengua Española, Gratitud es: “Sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera”.
La gratitud es algo que todo el mundo debería practicar. Tan difícil a veces, pero tan necesario en muchas ocasiones.

Bien es cierto que debemos trabajar por amor al bien, que no debemos esperar recompensa, que cada gota de sudor derramada por el trabajo bien realizado ya es de por sí una alegría. No obstante, en este mundo que habitamos, de expiación y pruebas, es necesario que se siga practicando.

Muchos pensarán que es tan sólo un formalismo, una norma de educación, palabras buenas de corazones fríos. Sin embargo, sabemos que no es siempre así. Las palabras que formulamos provienen de un pensamiento y ese irradia e impregna el alrededor.

"Gracias", esa palabra tan simple que nos enseñan cuando somos pequeños y que a veces olvidamos. Que suprimimos en nuestras conversaciones diarias e íntimas por entender que no es necesario agradecer a las personas que queremos.

Esas siete letras nos acercan al Creador más de lo que creemos. Al pronunciarlas emitimos rayos de luz que impactan sobre la mente receptora y le aportan bienestar. No nos disgustemos si no recibimos respuesta al exteriorizarla, ya que hicimos lo correcto.

¿Por qué no somos agradecidos? Tal vez porque pensamos que aquellos que nos ayudan o nos benefician, están en la “obligación “de hacerlo. Otras veces, porque no sabemos ver esos actos amables y desinteresados o bajo nuestro punto de vista, no son suficientes para saciarnos. Otras, por descuido, falta de tiempo, rutina, etc. pero en el fondo todo son excusas que esconden nuestro Ego.

No dejemos nunca de utilizarla en nuestros actos cotidianos, porque todos necesitamos de ella y todos tenemos algo por lo que agradecer.

Cada mañana, al despertar, tengamos ese primer pensamiento de gratitud por estar encarnados y haber tenido una noche de descanso físico y de vivencia espiritual. Al anochecer, agradezcamos siempre por un día que pasó lleno de oportunidades de progreso.

Todos los días tenemos algo que agradecer o a alguien a quien decirle esa magnífica palabra.
Hoy, que se cumplen siete años de nuestra publicación, queremos daros las gracias a todos, porque sin vosotros nada seríamos.

La redacción.