domingo, 23 de septiembre de 2007

EDITORIAL

Cada vez vivimos con mas prisas, preocupaciones e incluso ansiedades. Las necesidades, muchas veces auto-impuestas, nos obligan a trabajar más y más, reduciendo el tiempo que podemos aprovechar para la familia, amigos, descanso, etc. Vivimos en una sociedad de consumo y prácticamente toda la información que recibimos tiene un fin consumista. Si nos dejamos llevar por ella nos aparecen necesidades puramente materiales. ¿Cuántas veces hemos buscado la felicidad en adquisiciones materialistas para desengañarnos al momento? Si sólo fuéramos materia, pensamiento propio de los materialistas y agnósticos, sería posible alcanzar la felicidad con cosas materiales (incluyendo metas emocionales, éxito, etc.), pero no es así. El ser humano va más allá del mundano cuerpo, somos seres espirituales dentro de cuerpos materiales que limitan temporalmente nuestras facultades siguiendo un camino de evolución continua. Si cuidamos nuestro cuerpo con alimentación sana y ejercicios saludables, ¿por qué no cuidar nuestra alma o espíritu? Si estás leyendo este artículo y has recogido esta revista es muy posible que en el fondo de tu corazón sientas una inquietud interior que te impulsa hacia una búsqueda espiritual del sentido de la vida, de dónde venimos y hacia dónde vamos, qué ocurre después de la muerte, el porqué de las pruebas de vida, etc. Todos tenemos espíritu y tenemos que cuidarlo, porque Jesús dijo: "No sólo de pan vive el hombre", ¿qué otro alimento podemos necesitar? Evidentemente se refería al alimento del espíritu. El Espiritismo nos da todo lo que necesitamos para progresar espiritualmente, en su parte filosófica estudiamos todas las grandes preguntas que los filósofos se han hecho desde el inicio de los tiempos, en su parte moral seguimos las enseñanzas de Jesús como camino de mejora personal y crecimiento espiritual, y en su parte científica estudiamos la realidad añadiendo la visión desde un punto de vista espiritual. Estudiamos la evolución de las especies desde el punto de vista espírita, la curación aplicando el magnetismo humano, las experiencias extra-sensoriales y mediúmnicas que permiten demostrar la permanencia del alma más allá de la muerte, etc.
El espiritismo es una puerta a la consciencia del Ser Integral porque forma a la persona en todos los ámbitos, físico-intelectual-moral y espiritual. Lejos de la visión tenebrosa que quiso dar la iglesia sobre el Espiritismo durante los siglos XVIII y XIX, y que consiguió apagar prácticamente durante la mayor parte del siglo XX, el Espiritismo resurge poco a poco de sus cenizas para impulsar a las conciencias de los cristianos a ser auto-responsables y auto-conscientes. En el Espiritismo cada uno es responsable de los errores que comete y todo lo bueno que deja de hacer. Con la evaluación diaria de los actos realizados y con la atención vigilante para evitar tomar acciones irreflexivas que nos alejen de la práctica de la Caridad, desarrollamos una voluntad de crecimiento hacía la disolución del egoísmo y del orgullo purificándonos para regresar algún día a la vida espiritual con los deberes bien cumplidos preparando nuevas metas de realización en camino constante hacía Dios.

La redacción.

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