miércoles, 2 de enero de 2008

¿Cómo afecta el espiritismo a la adolescencia?

Todo va a depender de nuestro comportamiento de cada día, debemos tener en cuenta el amor y la caridad, dejar el orgullo y el egoísmo.
Nosotros los adolescentes desde pequeños debemos aprender lo que es el espiritismo para formar nuestro carácter, nos enseña que debemos perdonar ser pacientes, tolerantes y que debemos ser humildes. Aprender esto desde pequeños seria el mejor momento para poder educar al espíritu cuando llega a la adolescencia ya que el espíritu termina de acoplarse o asentarse en dicha materia corporal. La adolescencia es el momento preciso para mejorar, ya que tenemos el libre albedrío y si no estamos preparados podríamos tomar un camino equivocado, pero gracias al espiritismo nos podemos preparar para unas vidas futuras mejores. Como dijo Allan Kardec: “Es por la educación mas que por la instrucción que se transforma a la humanidad”.

“Caminar la cuna a la tumba bajo los martillazos de la tentación, es natural. Afrontar obstáculos, sufrir pruebas, tolerar antipatías gratuitas y atravesar tormentas de lagrimas, son vicisitudes lógicas de la experiencia humana. Entre tanto, recordemos la enseñanza del Maestro, vigilando y orando para no sucumbir a las tentaciones, ya que mas vale llorar bajo los aguijones de la resistencia, que sonreír bajo el narcótico de la caída” (Francisco Candido Xavier)

En la juventud, nos encontramos en un etapa difícil, por cambios biológicos, psicológicos y sociales, y necesitas más orientaciones para poder quedar bien contigo, con el prójimo y sobre todo con Dios. La juventud es una fase mas del desarrollo humano donde el espíritu se esta preparando en la adolescencia, donde todavía es posible corregir las faltas de la infancia, pero cuando ya es adulto es mas difícil la tarea de remodelación.

A los jóvenes hay que moldearles el carácter y la personalidad, bajo las enseñanzas del espiritismo para que al ser adultos sean mas equilibrados y conscientes de sus responsabilidades.

“El hombre será lo que haga de su infancia”

“El niño es la simiente que aguarda, el joven es la tierra fecundada, el adulto es el campo de producción”.

Los padres también tienen que cumplir una tarea importante en el crecimiento del adolescente deberían ayudar a sus hijos, donde ellos puedan sentirse plenamente confiados, ser aceptados y amados; donde el joven pueda expresar sus sentimientos, su conflictos mas íntimos, sin miedo a ser rechazado. La familia debe ser un ejemplo edificante, las vibraciones amorosas del hogar serán determinantes en la existencia presente y en la vida inmortal.

Es decir que mientras los adolescentes nos instruimos y preparamos para aceptar el espiritismo en nuetro corazón, esta enseñanza, nos hará más fácil superar las pruebas al enfrentánnos a problemas que nos pueden conducir por un mal camino.


Paloma.

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