Es para nosotros una grata alegría poder presentaros nuestra décima edición de “El Ángel del bien”.
Con este número cerramos nuestro tercer año de trabajo y esfuerzo, trabajo que, a simple vista, puede parecer fácil, pero que todos aquellos que han escrito o editado alguna publicación periódica saben que es algo más complejo.
Ahora que sabemos lo que implica un trabajo de este tipo, valoramos muchísimo más la labor de todos aquellos que tuvieron o tienen un proyecto similar. Cuántas horas no pasaría Allan Kardec sentado, recopilando, organizando, llevando a imprimir la “Revue Spirite”. Cuántas noches en vela pasaría nuestra querida Amalia Domingo Soler para que cada jueves se publicara “La Luz del Porvenir” pese a su gran problema con la vista. Qué sacrificios tendrían que hacer José María Fdez. Colavida, con su “Revista de Estudios Psicológicos” o Quintín López Gómez con su revista “Lumen” de la cual publicamos un artículo en esta edición. Todos ellos trabajaron incansablemente pese a las dificultades, falta de medios, etc. de la época.
Nosotros, al contrario de quejarnos, nos alegramos y mucho. Todos ellos son maestros, fuente de inspiración y agua fresca en el camino frente al desfallecimiento, la apatía, la pereza, que tanto nos asedia y que tan buenas voluntades bloquea.
Cada página de nuestro “Ángel” está hecha con cariño y dedicación. Cada número que editamos es producto del trabajo de muchos amigos, encarnados y desencarnados.
Haciendo balance de este año 2009, podemos decir que ha sido un año muy gratificante. Varios e-mails han llegado a nuestra redacción, dándonos palabras de cariño y ánimo para seguir trabajando. A todos aquellos que se tomaron la molestia de enviarnos esos mensajes, queremos agradecerles aquí, su apoyo y ternura para con nosotros.
No podemos terminar esta editorial sin desearos que el 2010 llene vuestras vidas de oportunidades de progreso.
Como dice una canción de nuestros amigos del “Centro Espírita Nuestro Hogar” de Coslada – Madrid:
“Sigue caminando, te seguiré”
La Redacción.
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